PREVENGAMOS

11/10/2018
Los conflictos son propios de la vida en sociedad y no tienen en sí una connotación negativa. Por el contrario, pueden ser una oportunidad para mejorar las relaciones personales. Sin embargo, muchas veces los conflictos son resueltos tardíamente por el sistema de justicia, una vez que estos han escalado, lo que genera violencia abierta y confrontación destructiva, impactando negativamente en las relaciones interpersonales y comunitarias.

Para dar una respuesta concreta a dicha problemática el Centro de Justicia Ciudadano considera una etapa ´preventiva´ que tiene como objetivo entregar una respuesta temprana a la conflictividad, fomentando el diálogo y la organización comunitaria y desarrollando habilidades personales y comunitarias para que las partes en conflicto puedan llegar a soluciones mediante la utilización de mecanismos participativos, ciudadanos e inclusivos.

Por lo tanto, el modelo intentará actuar antes de que se produzcan las crisis y promover la idea de que los conflictos pueden ser una oportunidad para transformar positivamente las relaciones personales, familiares y comunitarias.

Ciclo de vida del Conflicto A. Curle | Reformulación Ana Cabria Mellace


Una premisa básica a tener en cuenta en la etapa preventiva, es que ésta es menos costosa en términos políticos, económicos y humanos y que el desarrollar mecanismos institucionales que permitan prevenir que las tensiones escalen a conflictos violentos es un desafío permanente y necesario para una vida más democrática y pacífica. En este sentido, la etapa preventiva busca administrar los medios por los que se pueda prevenir, anticipar y manejar un conflicto abordando sus causas y no solo sus manifestaciones. Se busca así una explicación apropiada de los conflictos, el reconocimiento de los cambios estructurales necesarios para eliminar sus causas y el fomento de actitudes y relaciones de colaboración necesarias para manejarlo sin violencia.

Otro elemento importante para esta fase preventiva es comprender el conflicto desde un enfoque integral, considerar que éste tiene varias dimensiones: la dimensión personal, que significa que las personas se ven afectadas por los conflictos en lo afectivo y en lo cognitivo; la relacional, referido a las relaciones afectivas, de poder, la interdependencia, los aspectos expresivos, comunicativos e interactivos del conflicto; una dimensión cultural, que considera la identidad y la forma en que la cultura afecta los patrones de respuesta al conflicto; la dimensión estructural que alude a las causas subyacentes del conflicto, y a las estructuras sociales, políticas, y económicas.

Ciclo de vida del conflicto.


En la fase preventiva, los Centros de Justicia Ciudadanos ofrecerán dos programas:

Educación en derechos y resolución pacífica y colaborativa de conflictos.
Instancias de educación en derechos individuales y colectivos y resolución de conflictos, las que tienen como objetivo el desarrollo de habilidades en las personas y comunidades para resolver colaborativamente y pacíficamente los conflictos y el desarrollo de conocimiento respecto de la promoción, defensa y respeto de los derechos humanos.

Facilitación comunitaria.
Mecanismo de resolución de conflictos de carácter ciudadano y multicultural mediante el cual un tercero, elegido y legítimo para las partes, ofrece a estas
herramientas y habilidades que les permitirán trabajar en conjunto para la búsqueda de soluciones al conflicto que experimentan.
Además de resolver la controversia, la facilitación busca desarrollar habilidades en las partes que les permita, en un próximo conflicto, buscar soluciones autónomamente.

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